jueves, 24 de julio de 2008

Cúcuta, más que paso fronterizo, es una ciudad moderna y emprendedora.

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La cálida y arborizada capital de Norte de Santander se carcateriza por su gente amable y espontánea. Es ideal para ir de compras.
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Un breve recorrido por el centro de Cúcuta le permite al viajero apreciar construcciones de finales del siglo XIX y comienzos del XX, de tradición republicana, sobrevivientes de la furia de la naturaleza tras el terremoto de 1875.
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Es tour obligado por la ciudad salir a conocer las obras reconstruidas como el antiguo edificio del hospital San Juan de Dios, la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, la Torre del Reloj, el edificio Cúpula Chata de la Gobernación, la Casa Steinvorth, la Quinta Teresa, el Palacio Municipal, el Asilo Andressen y la Quinta Yesmin, entre otras.
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Allí el punto clave para revivir la historia del país está en Villa del Rosario, a solo 7 kilómetros de Cúcuta, en donde se encuentra la casa museo en la que nació el general Francisco de Paula Santander, Monumento Nacional.
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En el mismo sector está la Casa de la Bagatela, donde funcionó el Congreso Constituyente de 1821; el Parque Grancolombiano, el Templo Histórico -allí se redactó la primera Constitución Política de la naciente Gran Colombia- y el Tamarindo Histórico, lugar en el cual el general Santander se sentaba de niño a leer.
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Pero, el programa quizá más interesante para los visitantes es salir de compras. La capital nortesantandereana cuenta con nada menos que el Centro Comercial a Cielo Abierto, el más grande del mundo, que va desde las calles 7 y 14 y las avenidas cero a 8.
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Posee amplios andenes, iluminación nocturna y seguridad permanente.
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Para quienes desean desde lo alto ver a plenitud toda la ciudad, hay sitios que expresan su historia y su cultura: la Columna de Bolívar, la Columna de Padilla, el Monumento Cristo Rey y el Santuario de la Virgen del Carmen.
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En la noche la mejor rumba y la buena comida puede encontrarlas en el lugar más tradicional de la ciudad: El Malecón, situado a lo largo de la Avenida Libertadores y rodeado del ambiente natural que ofrece el río Pamplonita.
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Y estas son apenas algunas de las tantas razones para quedarse en Cúcuta. ¡Arriésguese a venir mano, no sea 'toche'...!
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Cómo llegar si viene de...Bogotá.
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Por vía aérea, en 45 minutos. Al aeropuerto Camilo Daza, (noroccidente de Cúcuta) llegan vuelos diarios de Avianca, Aires, Satena y Aero República. Por tierra, el recorrido es de 621 kilómetros y dura unas 15 horas.
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Sur y Occidente. Por aire, la conexión siempre se realiza en Bogotá y por tierra el ingreso es por Bucaramanga.
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Norte. En vehículo, existe la vía Aguachica (Cesar)-Ocaña-Sardinata-Cúcuta o por Bucaramanga.
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Exposiciones
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Pintura. Hay permanentes muestras en el Banco de la República, la Cámara de Comercio, la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, el Consulado de Venezuela y el Centro Cultural Municipal. Artes visuales. En la Torre del Reloj.
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Evento especial
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En la Feria Internacional de San Nicolás, en Chinácota, a 40 minutos de Cúcuta, se elige a la representante de Norte de Santander para el Reinado Nacional de la Belleza, en Cartagena. Está previsto realizarse del 14 al 18 de agosto.
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Cinco planes
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Ir de compras al TáchiraPor San Antonio y Ureña, en la frontera, hay tránsito libre. A San Cristóbal se puede ir con un permiso que se tramita gratis.
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Visitar los Centros ComercialesEl comercio de Cúcuta se transformó con Ventura Plaza, Unicentro y Carrefour (con sus 12 nuevas salas de cine).
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Recorrer el MalecónSobre la Av. Libertadores y al lado del río Pamplonita, este sector cuenta con discotecas y lugares al aire libre para cucuteños y visitantes.
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Conocer el templo históricoAllí se reunió el Congreso de 1821 y se posesionó como presidente Simón Bolívar.
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Comer la rampuchadaEs un típico guisado de pescado en leche, al que le atribuyen efectos afrodisíacos. Se consigue en Cúcuta.
El Tiempo

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